martes, 27 de diciembre de 2011

María tiene muchos títulos. Entre todos ellos, todos hermosos y grandes, sobresale el de ser  Madre de Cristo y Madre nuestra. María es Madre de la Iglesia. Como dice Pablo, sufre por ella dolores de parto hasta ver a Cristo formado en cada uno de los creyentes. Ella cuida de sus hijos, como buena madre,  durante la vida y en la hora de la muerte. Ella ayuda a caminar con Jesús y a esperar hasta el final.




martes, 20 de diciembre de 2011

 
 
 
¡ Oh Bellísima Flor del Carmelo, Fructífera Viña, Resplandor del Cielo, Madre Singular del Hijo de Dios, Virgen Siempre Pura !
Madre Santísima, después de habernos traído el Hijo de Dios, permanecísteis intacta y sin mancha ninguna.
¡ Oh Bienavernturada Siempre Virgen, asistídme en esta necesidad !
                 ¡ Oh Estrella del Mar, auxiliad y protegédme !
             ¡ Oh María, sin pecado concebida,
                     rogad por nosotros que recurrimos a vos !
               ¡ Madre y Ornamento del Carmelo,
               rogad por nosotros !
                ¡Virgen, Flor del Carmelo,
                 rogad por nosotros!
                     ¡ Patrona de los que visten el Santo Escapulario, rogad por nosotros !
                  ¡ San José, fiel Amigo del Sagrado Corazón, rogad por nosotros !
                   ¡ San José, Castísimo Esposo de María Santísima, rogad por nosotros !
                   ¡ San José, nuestro Gran Protector,
                    rogad por nosotros !
            ¡ Dulce Corazón de María
                sed nuestra Salvación !
 
            Amén.

lunes, 12 de diciembre de 2011

12 de diciembre: Nuestra Señora de Guadalupe


Virgencita del Tepeyac, morena,
tu eres mi madre, Señora Divina
tu eres la luz donde el mundo camina,
Dios te forjó pura y de Gracia Plena.

Desde el cielo bajaste envuelta de Sol
de entre toda escogida Doncella,
con el fulgor de la más bella estrella
para dar belleza a la mar tornasol.

Oigo cantar, a la madre más bella
una voz canora en el paraíso,
a la Reina del cielo que dios quiso
que con pureza siguieran su huella.

En la campiña no existe la rosa,
en toda la tierra no hay oro mejor
siquiera comparable a tu resplandor
ni pureza de Santísima Esposa.

De los humanos eres Sagrario
y me cubre tu Venerable Aliento…
el dulce Ayate, tu Tilma, tu Manto
y todo se calma en tu Rosario.

Te canto porque soy guadalupano
y con esa voz, traigo un solo ruego
“Mi Niña” como dijo el indio Diego,
no olvides a tu siervo franciscano.

Rafael Mérida Cruz-Lascano

martes, 6 de diciembre de 2011


En los primeros siglos, los carmelitas celebraron como Patrona principal de la Orden a la Virgen bajo advocaciones como la Anunciación, la Asunción y, sobre todo, la Inmaculada Concepción. Pero el milagro del Escapulario vino a engrandecer la fiesta del Carmen, como el de la consagración del Carmelo a María, celebrándose no sólo en tierra, sino también en el mar, porque la Virgen del Carmen, Estrella de los mares, es también Patrona de las gentes del mar desde hace siglos, en honor a los muchos prodigios y milagros que la intercesión de la Virgen ha producido. Como canta la copla popular: Por encima de las olas van españolas galeras, y la Virgen del Carmelo es su mejor timonera.