jueves, 30 de junio de 2011


El Escapulario simbolizó el vínculo especial de los Carmelitas a María, Madre del Seńor, expresando la confianza en su materna protección y el deseo de seguir su ejemplo de donación a Cristo y a los demás. Así se ha transformado en un signo Mariano por excelencia.

•Introduce en la fraternidad del Carmelo, es decir en una gran comunidad de religiosos y religiosas que, nacidos en Tierra Santa, están presentes en la Iglesia desde hace más de ocho siglos

•Compromete a vivir el ideal de esta familia religiosa, que es la amistad íntima con Dios a través de la oración

•Pone delante el ejemplo de los santos y santas del Carmelo con quienes se establece una relación familiar de hermanos y hermanas

•Expresa la fe en el encuentro con Dios en la vida eterna por la intercesión de María y su protección

ocdargentina.com

sábado, 18 de junio de 2011


"La Virgen guardaba estas cosas en su corazón". Toda su vida se puede resumir en estas pocas palabras. Vivía en su corazón, a tal profundidad, que la mirada humana no la puede seguir".
_B. Isabel Trinidad_

viernes, 10 de junio de 2011

MARIA y San Juan de la Cruz


Síntesis del pensamiento mariano de San Juan de la Cruz

Las alusiones marianas que el Santo Padre tiene en sus escritos son muy sobrias, pero están dotadas de ese toque de genialidad propio del Doctor Místico, para introducirnos en los aspectos más sublimes del misterio de María.

- En comunión con el misterio de Cristo. En los Romances sobre el Evangelio de San Juan (nn.8-9), clave bíblica de toda la doctrina de San Juan de la Cruz en la perspectiva de la historia de la salvación, la Virgen aparece en el esplendor de su comunión con la Trinidad, en su privilegio y misión de ser Madre del Verbo Encarnado, en la aceptación y consentimiento de la obra de la redención; la Virgen María es testigo del misterio, "Madre graciosa" que trae en sus brazos a Dios, Esposa-Iglesia y Humanidad en la que se han consumado los desposorios de Dios con el hombre: "abrazado con su esposa, que en sus brazos la traía".

El vértice de esta comunión se alcanza en la cruz, cuando la Virgen participa en el dolor redentor de Cristo, aunque esté exenta de pecado, y no sufra porque tiene que ser purificada, sino porque Cristo la asocia a su acción salvadora (Cántico B, 20,10; Cántico A 29,7).

- Bajo la moción del Espíritu Santo. En un contexto significativo, hablando de las almas que se han identificado totalmente con la voluntad de Dios, de modo que todas sus operaciones, obras y ruegos, vienen de la moción divina, el Santo Padre ha escrito: "Tales eran las de la gloriosísima Virgen nuestra Señora, la cual, estando desde el principio levantada a este alto estado, nunca tuvo en su alma impresa forma de alguna criatura, ni por ella se movió, sino siempre su moción fue por el Espíritu Santo" ( Subida III, 2,10). En esta afirmación se encuentra el principio de una acción constante y total del Espíritu en María, elevada desde el principio a este altísimo estado de comunión con Dios, en un dinamismo de creciente fidelidad y cooperación con las mociones del Espíritu Santo.

- Modelo de contemplacion y de intercesión. Modelo de confianza, discreción y atención en las Bodas de Caná, la Virgen hace valer su poderosa intercesión ante su Hijo: "El que discretamente ama no cura de pedir lo que le falta y desea sino a representar su necesidad para que el Amado haga lo que fuere servido, como cuando la bendita Virgen dijo al amado Hijo en las bodas de Caná de Galilea, no pidiéndole derechamente el vino, sino diciéndole: "No tienen vino (Jn 2,3)" (Cántico A y B 2,8). La presencia de la Virgen está implícita en este pensamiento del Santo: "Una palabra habló el Padre, que fue su Hijo, y ésta habla siempre en eterno silencio, y en silencio ha de ser oída del alma" (Dichos de luz y amor 104; cfr. Subida II, 22,3-6). María es el silencio contemplativo que ha acogido la Palabra. Por eso Juan de la Cruz, uniendo siempre María y Cristo, puede exclamar: "la Madre de Dios es mía" (Oración del alma enamorada).


ocd.pcn.net

martes, 7 de junio de 2011

GOZOS


Prodigioso y admirable
Imán de nuestro desvelo;
Nubecilla del Carmelo,
Sednos protectora y Madre.


Salve, Reina de los, cielos,
De misericordia Madre,
Vida y dulzura divina;
Esperanza nuestra, Salve;
Nubecilla del Carmelo


Dios te Salve, Templo hermoso
Del divino Verbo en carne,
Sálvete Dios, Madre Virgen,
Pues eres Virgen y Madre;
Nubecilla del Carmelo


Volvednos, Madre piadosa,
Vuestros ojos admirables,
Y mirad por vuestros hijos,
Pues que sois piadosa Madre;
Nubecilla del Carmelo


Socorrednos, pues escucha
Que en las penas y combates
A ti suspiramos todos
En este lloroso valle;
Nubecilla del Carmelo


Mostradnos a vuestro Hijo
De Josafat en el Valle,
Piadoso, pues que nació
De ese cristal admirable;
Nubecilla del Carmelo


Rogad por vuestros devotos
A la bondad inefable;
Pues murió para salvarnos,
Por su clemencia nos salve;
Nubecilla del Carmelo,
Sednos protectora y Madre.


V. Ruega por nos, santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.

sábado, 4 de junio de 2011

El Escapulario I


"El "Escapulario" en su origen era un delantal que los monjes vestían sobre el hábito religioso durante el trabajo manual. Con el tiempo asumió el significado simbólico de querer llevar la cruz de cada día, como los verdaderos seguidores de Jesús. En algunas Ordenes religiosas, como el Carmelo se convirtió en el signo de la decisión de vivir la vida como siervos de Cristo y de Maria."

jueves, 2 de junio de 2011

BIENAVENTURADA VIRGEN MARIA DEL MONTE CARMELO


En la Escritura se hace referencia muchas veces a la vegetación exuberante del sagrado monte del Carmelo (cf. Is 35,2; Cant 7,6; Am1,2), ligado desde antiguo a la experiencia de Dios a través de la vida y el ministerio del profeta Elías (1Re 18,19-46). La frondosidad y la belleza del Carmelo evocaban aquella otra belleza que adornó siempre a María: su docilidad a la palabra de Dios, su oración callada y su fe inquebrantable. A ella se le pueden aplicar con razón las palabras del profeta Isaías: "Le han dado la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y del Sarón" (Is 35,2).

miércoles, 1 de junio de 2011


En la Sagrada Escritura encontramos pocas palabras de la Virgen, pero son como granos de oro puro: si los fundimos con el fuego de una amorosa contemplación, serán suficientes para irradiar sobre toda nuestra vida el esplendor luminoso de las virtudes de María.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz, Edith Stein

Imagen del oratorio del Carmelo de La Plata